miércoles, 31 de enero de 2018

El materialismo y la búsqueda de la inmortalidad.



Escribir gacetillas en internet, algunas veces puede ser entretenido siempre y cuando  lo enfoques como una forma de divertimento, sin otra pretensión que la de poder relajarte y abrir la mente con la imaginación, entras en el inconsciente dejas hacer el resto al subconsciente. De esta manera ejercitas la imaginación y la mente y pasas un buen momento entretenido, te ríes un poco al hacerte la pregunta de que seguramente a casi nadie le interesará lo que en estos momentos estoy escribiendo, y eso es, quizás lo más atractivo.

Algunas personas en este mundo tienen tanto oro que pueden darse el lujo de comprar cualquier cosa y a cualquier precio. El mundo es un gran Bazar, y compran y adquieren lo que les viene en gana; tienen como empleados a mayordomos profesionales, peluqueros privados, masajistas, dietistas y especialistas médicos que le chequean constantemente, tienen acceso a los últimos y verdaderos avances médicos, no a los destinados a la masa con fines eugenésicos, ellos son dueños, los amos del mundo y lo pueden tener todo...o casi todo ¿Cuál es la única cosa que podrían desear en su desesperación les resulta inalcanzable? La Inmortalidad.

No sé si sabéis que hay personas supuestamente muertas cuyos cerebros y/o cabezas han sido trasplantados a donantes vivos entre nosotros. ¿No? ¿No crees que es posible? Los grandes avances en cirugía en la actualidad y el uso de sofisticadas herramientas robóticas, y sobre todo la gran disponibilidad de decenas de miles de víctimas, desplazados y desaparecidos en zona de guerra se utilizan para experimentos y prácticas por los siniestros profesionales del lado oscuro, adquiriendo por tanto gran experiencia sobre los trasplantes y cirugía en general. Algunos de estos científicos oscuros se adelantan a decir que los trasplantes de cabeza no son  trasplantes de cerebro, sino una "sencilla" operación de cuello como podría ser una simple amputación de una pierna o un brazo.
-Ahora bien: tratemos de comprender a una persona que durante toda su vida ha tenido todo tipo de lujos y caprichos: aviones privados, yates y mansiones fabulosas, todo ello símbolos y atributos de una nueva realeza mundial que deja en pañales a los clásicos sátrapas y mandarines orientales, estos también buscaban la inmortalidad pero de otra manera, quizás más filosófica e incluso mística como veremos más adelante. 

             -¿Cómo un ser humano puede acabar por sucumbir a la codicia infecciosa que le haga creer que puede llegar a conseguir la inmortalidad física y material? Realmente no es nada nuevo que los poderosos caigan en esta tentación, pues es sabido que fueron muchos que a lo largo de la historia han intentado encontrar la inmortalidad física por los medios que tuviesen a su alcance, la ciencia actual de inspiración netamente ahrimánica basada en el mecanicismo y la fría luz eléctrica, es la que convierte  en vanas esperanzas la búsqueda de la inmortalidad operando a través del cuerpo físico e ignorando los otros vehículos o dobles que acompañan al cuerpo material, para poder manifestarse en este mundo; en la antigüedad los filósofos hermetistas siempre operaban y aplicaban su arte en los diferentes vehículos de expresión, dobles inmateriales que dan vida y tono vital al cuerpo físico, para que la conciencia pueda manifestarse dando razón de ser a todos estos vehículos, cuerpos o dobles, o como se quieran llamar. En el mundo actual en plena "edad de hierro" la cirugía moderna  es una de las "joyas de la corona" de la ciencia ahrimánica, opera en el cuerpo denso, y sabe que este cuerpo físico tiene tres partes visibles y cuatro invisibles de naturaleza etérea, de las que, de estas últimas, la gran mayoría de la ciencia oficialista desconoce e ignora cuales son las funciones y cómo influyen en la parte visible del cuerpo humano.

          -La obsesión de los cirujanos ahrimánicos son los trasplantes, toda esta sin razón tiene como finalidad el control absoluto de la naturaleza; ambición tan antigua como la propia creación, pasión ciega que implicaría y justificaría que sería inútil luchar contra esta inspiración demoniaca, esta es la justificación moral de muchos materialistas al respecto. Mary Shelley y su novela "El profesor Frankenstein" es de inspiración satánica, lo curioso y a la vez contradictorio es, que en el siglo pasado muchos autores la consideraban de inspiración luciferina. Es un error pensar que Lucifer influye en el cuerpo físico directamente, ignorando los vehículos de expresión mucho más sutiles en los que Lucifer trata de influir. Los peligros del materialismo y sus prácticas científicas adolecen del conocimiento fundamental, ya que ignoran que el cuerpo humano tiene una parte física visible y siete vehículos de expresión o dobles que se interrelacionan y dan vida al cuerpo físico, para así poder actuar y manifestarse en el mundo material, sin estos vehículos el ser humano no podría manifestarse en este plano tridimensional. 

                   -Aquellos profesionales que practican miles de trasplantes, adquieren mucha experiencia científica, y a medida que aumenta esa experiencia más incrédulos y materialistas se hacen; sueñan con poder llegar a trasplantar todo tipo de sustancias y pertenencias de una entidad individual física a otra. Los que antiguamente trataban de desprestigiar ridiculizando a la frenología, tratan ahora de recuperar este conocimiento para las nuevas investigaciones en los trasplantes de cerebros, el sueño de los modernos profesores Frankensteins en la actualidad es, poder trasplantar las capacidades, la memoria, la información o el conocimiento del cerebro de un ser humano a otro.




-La idea de asegurar una larga y saludable longevidad se originó con medicamentos vegetales, la observación de que los animales ingerían unas combinaciones particulares de hierbas, que en apariencia parecía que les hacía vivir vidas más largas e incluso, los animales enfermos se recuperaban y recobraban la salud y el vigor. Existen muchos textos y documentos sobre estas hierbas, e incluso están clasificadas en gradaciones según su valía y muchas están ocultas por el misterio y el secretismo. El desprecio de la ciencia moderna hacia la espagiria alquímica es constante y feroz a lo largo de los últimos años, haciendo ver que la magia y el tabú son sus principales ingredientes que obran en el subconsciente de las personas supersticiosas.

-El alquimista taoísta Huang Chung-Hsuan, consejero y médico  del emperador Han Wu Ti en el siglo primero antes de Cristo después de dedicar toda su vida a la búsqueda de la mítica hierba de la inmortalidad no lo logró, pero escribió más de 200 medicamentos a base de hierbas en su tratado sobre elixires alquímicos del Xian. Si de hecho hubo una sola hierba de la inmortalidad nunca se encontró, o no se hizo pública y está oculta bajo el más estricto secreto. Las personas poderosas con una enorme riqueza utilizan una parte considerable de su fortuna en la busca infructuosa de tal droga, según los textos antiguos alquímicos, no es un elixir, ni una combinación de sustancias, en la espagiria tradicional es una sola hierba. 


                   -En la moderna industria de medicamentos, encontramos una increíble variedad de sustancias de aplicaciones industriales sintéticas, que sólo actúan en las zonas más densas del cuerpo, debilitando lentamente la arquitectura humana y mostrando siempre una apariencia enfermiza y poco sana de la persona que se está tratando de curar. En el siglo actual lo que más de moda está es la cirugía y la criogenia, congelar el cuerpo  una temperatura inferior a 150 grados Cel, con la creencia de que en el futuro pueden revivir después de haberse descubierto una manera de lograr la inmortalidad científicamente. 

                   -Una vez más la ciencia no ve nada más que lo que tiene delante de sus narices, ni siquiera pueden validar la intuición superior, para así poder llegar a plantearse dudas razonables, y de esta manera preguntarse, que la conciencia del ser humano, en estos casos, y según sus teorías, también queda congelada o atrapada en un letargo en cualquier parte del cerebro, ya que conciencia, mente y cerebro son la misma cosa para la ciencia materialista. 

                   -La clave de la búsqueda de la Piedra Filosofal estaba siempre sometida a la estricta pureza, ética y moral del artista si quería tener éxito en la complicada praxis, las aplicaciones deben de ser utilizadas con los ciclos y cambios astrales, los hornos y crisoles cuidadosamente tratados y la cantidad justa de calor en un recipiente hermético acristalado. La concentración, la previa meditación y la constante oración son imprescindibles para la elaboración de cualquier trabajo alquímico. Hasta el elixir más simple, su base estaba compuesta de cloruro de mercurio, cinabrio o sulfuro de mercurio, sulfuro de arsénico y sal común, si los ciclos no son cuidadosamente observados y el artista no emplea su conciencia más elevada y su atención más limpia, las transformaciones no ocurrirían correctamente y el elixir fracasaría.

Por supuesto, los más curiosos de los medicamentos alquímicos fueron los famosos elixires minerales. Uno de los famosos elixires fue llamado el elixir de nueve vasos del Emperador Amarillo. Un texto famoso que describe cómo hacer el elixir da estas instrucciones: 1/2 libra cada uno de Realgar y orpiment, 5 libras de cinabrio, 3 onzas cada una de azufre, cuarzo, estalactita, sulfato de sodio crudo y arsenolita, 5 onzas cada una de stalagemites , Sulfato de calcio, yeso, hematita marrón, lapislázuli, selenita, arcilla de bole rojo, mica y magnetita; Batirlas juntas, mezcladas con vinagre, hasta que estén completamente empapadas (antes de colocarlas en el recipiente inferior del recipiente de reacción). Cubrir con una fina capa de sal común. (El cuenco superior del recipiente de reacción se coloca entonces boca a boca sobre el recipiente inferior, y los dos se hacen herméticos con un laúd aplicado en el exterior). Caliente durante 3 días y noches, y luego deje enfriar por medio día antes de abrir. Este proceso de sublimación debe repetirse hasta que se hayan realizado siete cambios cíclicos. El producto se puede utilizar para curar todas las enfermedades, y una vez tratado por este elixir la misma enfermedad nunca volverá a ocurrir. Debido al peligro inherente de toxicidad en este elixir, se tomó con mucho temor de envenenamiento, ya que la habilidad en preparación era extremadamente importante para lograr la seguridad del elixir. Los relatos del trabajo alquímico de Isaac Newton lo describen como prestando constante atención al proceso alquímico durante siete días y noches para asegurar que los procesos se realizaron correctamente. Su asistente escribió que no pareció dormir durante estos procesos alquímicos y no confió el proceso a un asistente. El proceso de las obras alquímicas, y los ingredientes, eran notablemente similares entre la alquimia china del siglo III y las notas de Newton del siglo XVII.




«Fue el último de los magos, el último sumerio», dijo Keynes de Newton
Él creía que esas claves podían hallarse, en parte, en las evidencias de los cielos y en la constitución de los elementos (eso favoreció que se tuviera la falsa impresión de que era un filósofo natural experimental)». Sin embargo, cabe señalar que el interés por la alquimia era muy corriente entre los científicos del siglo XVII que deseaban investigar la naturaleza de la materia. Por ejemplo, Robert Boyle, gran precursor de la química moderna y colega de Newton en la Royal Society, fue también un alquimista impenitente.
No menos sorprendente resulta la cantidad de tiempo y energías que Newton dedicó a sus estudios sobre religión y teología. El genial matemático escribió miles de páginas en las que estudiaba las profecías bíblicas, la cronología de los reinos judíos o la estructura del templo de Salomón. Una vez se atrevió incluso a calcular la fecha de la segunda venida de Cristo, que situó en el año 2060. Asimismo, estudió a fondo la Biblia para demostrar que en el texto original no había referencias a la Trinidad, un dogma cristiano que consideraba falso, pues en determinado momento llegó a la convicción de que sólo Dios padre tenía naturaleza divina, y no Jesucristo ni el Espíritu Santo. En realidad, el interés de Newton por la teología no puede separarse enteramente de su sistema científico, en el que se presuponía la existencia de un Dios que fijaba las leyes inamovibles del mundo físico. Por eso no debe sorprender su respuesta a la paradoja de las estrellas fijas. Cuando se le preguntó por qué todos los cuerpos materiales se atraen, pero las estrellas parecen estar fijas en el cielo a pesar de ser cuerpos materiales, su respuesta fue teológica: Dios las mantiene en su sitio como un gigantesco atlante.



                                         


                      
                                                                       
                                                                         
                       

                        
                               
                                 Mariano Cubí Soler 1801-1875                       

Médico español, nacido en Malgrat (Barcelona) en 1801, y fallecido en Barcelona en 1875. Cuando tenía diez años, su familia hubo de trasladarse a Mahón con motivo de la guerra napoleónica. Allí, en la ciudad menorquina, inició Mariano sus estudios y aprendió inglés con bastante profundidad. En 1821, embarcó en la corbeta norteamericana Peacock y, al llegar a los Estados Unidos, residió primero en Washington y luego en Baltimore, donde permanecería hasta 1828; en ambas ciudades dio clases de castellano y, en la segunda, ostentó el puesto honorífico de vicecónsul de León XII y del rey de las Dos Sicilias. En 1829, pasó a La Habana, donde fundó una institución docente y la publicación periódica Revista y repertorio bimestre de la Isla de Cuba. En 1832 llegó a Nueva Orleans; allí se dedicó igualmente a la enseñanza y escribió diccionarios, gramáticas y manuales de traducción.

Fue precisamente en Nueva Orleans donde Cubí y Soler, que ya conocía por lecturas la frenología, asistió a un curso frenológico, leyó a Gaspar Spurzheim y Franz Joseph Gall, y tomó contacto con los frenólogos norteamericanos Fowler y Buchanan. Pronto se convirtió en un acérrimo defensor de la nueva ciencia y, en 1842, decidió embarcar para España a fin de propagar la doctrina frenológica. Ya en España, Cubí y Soler se dedicó fundamentalmente a dar conferencias en diversas ciudades, a fundar sociedades frenológicas y a exponer en diversos libros sus ideas. Realizó diversos viajes al extranjero, en el contexto de los cuales visitó Inglaterra, Suiza, Bélgica, Alemania y Francia, donde fue recibido en "audiencia particular e íntima" por Napoleón III.

Cubí fue, fundamentalmente, un estricto seguidor y propagador de las doctrinas expuestas por Gall y Spurzheim, pero también hizo algunas aportaciones originales, derivadas casi todas ellas de su intento de conjugar la frenología, el magnetismo de Mesmer y la fisiognómica de Johann Caspar Lavater. Así, por ejemplo, afirmó que "los medios materiales de que se vale el alma para esta transmisión activa i pasiva -la relación alma-cuerpo, concretamente- son unos fluidos imponderables mui sutiles llamados genéricamente 'fluido nervioso', 'fluido magnético', 'fluido eléctrico animal', que se generan principalmente en el celebro i en los gangliones, pero que recorren y cruzan todo el organismo". Consideró la fisiognómica como un arma auxiliar de la frenología o mejor aún, una parte de la misma, ya que, para él, esta ciencia indicaba qué clase de gesto, movimiento, expresión o lenguaje natural transmitía cada una de las facultades mentales al rostro y otras partes del cuerpo, con lo cual se opuso a aquellos partidarios de Lavater que se obstinaban en no reconocer que una cosa era la expresión, reveladora del alma en movimiento, y otra las facultades, cuya manifestación querían hacer depender de la variable configuración de las facciones y no de la configuración del cerebro, como creía Cubí.

Durante su campaña, Cubí fue interpelado, la mayoría de las veces desde posturas tradicionalistas y católicas. Quizá para defenderse de las acusaciones de materialismo, reformuló la doctrina frenológica diciendo que "la frenología parte del principio que el alma mueve al celebro, no el celebro al alma, que las facultades mueven a los órganos, no los órganos a las facultades; que el alma i sus facultades tienen dominio sobre el celebro y sus órganos".

Pocas noticias se tienen de los últimos años de Cubí. Parece ser que las dolencias físicas le habían debilitado y que buscó remedio a sus males en balnearios y centros termales. Murió el 5 de diciembre de 1875.

Bibliografía.
Fuentes.
Introducción a la Frenología por un catalán, Nueva Orleans, 1836.
Phrenology. A lecture delivered before the Woodville Lyceum Association, Boston: Marsh, Capen, Lyon and Webb, 1840.
Manual de Frenología, Cambridge: Folson, Wells and Thurston, 1843.
Sistema completo de frenología con aplicaciones practicas, fisionomicas, ideolojicas, filosofico-morales, lejislativas i otras, conduzente al adelanto i mejoramiento del hombre individual i sozialmente considerado, Barcelona: Imp. de J. Tauló, 1842, 1844, 1845 y 1846.
"Relación de un caso frenológico", en Boletín de Medicina, Cirugía y Farmacia, 5, 1844, p. 81.
"Frenología y magnetismo", en Gaceta Médica, 1, 1845, p. 248.
Documentos librados a favor de D. Mariano Cubí i Soler... por varias clases e individuos a quien ha dado instrucción frenológica en España, Barcelona: Imp. Juan Oliveres, 1846.
Elementos de frenología, fisionomía i magnetismo humano en completa harmonía con la espiritualidad, libertad e inmortalidad del alma, Barcelona: Imp. A. Gaspar, 1846.
Polémica religiosa-frenológica-magnética sostenida ante el tribunal eclesiástico de Santiago, Barcelona: Imp. de J. Tauló, 1848.
Lecciones de Frenología ilustrada con profusión de auténticos retratos y otros diseños, Barcelona, 1852.
La Frenología y sus glorias, Barcelona: Imp. de V. Castaños, 1853-1857.
La Phrénologie régenerée ou veritable système de philosophie de l'homme considérée dans tous ses rapports, Londres: H. Baillière, 1858. Apuntes frenológicos prácticos, San Juan de Puerto Rico, 1864. Estudios. GRANJEL, L. S.: "D. Mariano Cubí i Soler, Riesgo y Fortuna de la Frenología en España", en Archivos Iberoamericanos de Historia de la Medicina, 2, 1950, pp. 203-226. ---: La Frenología en España (vida y obra de Mariano Cubí), Salamanca: Instituto de Historia de la Medicina, 1973. MIR CARDONA, J.-QUEVEDO, M. T.: "Mariano Cubí y la frenología: su vida y su obra", en Medicina e Historia, 67, 1969. CARNICER, R.: Entre la ciencia y la magia. Mariano Cubí, Barcelona, 1969.

Franz Joseph Gall

Mente, cerebro y adaptación: la localización de la función cerebral

A medida que avanzaba el siglo XIX, el problema de la relación de la mente con el cerebro se volvió especialmente agudo cuando los fisiólogos y los psicólogos comenzaron a enfocarse en la naturaleza y localización de la función cerebral. De una manera difusa y general, la idea de localización funcional había estado disponible desde la antigüedad. Una noción de "alma" globalmente relacionada con el cerebro, por ejemplo, se puede encontrar en la obra de Pitágoras, Hipócrates, Platón, Erisistratus y Galeno, entre otros. Los fisiólogos neumáticos de la Edad Media pensaban que las capacidades mentales estaban situadas en el líquido de los ventrículos.Como la creencia en los espíritus animales murió, sin embargo, también lo hizo la hipótesis ventricular; y por 1784, cuando Jiri Prochaska publicó su De functionibus systematis nervosi, el interés se había desplazado hacia el tronco cerebral y el cerebro.

                                                                     

A pesar de estas primeras visiones, la doctrina de la localización funcional propiamente dicha -la noción de que los procesos mentales específicos están correlacionados con regiones discretas del cerebro- y el intento de establecer la localización por medio de la observación empírica eran esencialmente logros del siglo XIX. Los primeros pasos críticos hacia esos fines se remontan a la obra de Franz Josef Gall (1758-1828).

                                                                       


El doctor Gall nació en Baden y estudió medicina en Estrasburgo y Viena, donde recibió su título en 1785. Impresionado como un niño por las correlaciones evidentes entre talentos inusuales en sus amigos y las llamativas variaciones en la apariencia facial o craneal, Gall set Para desarrollar un nuevo método craneoscópico de localización de las facultades mentales. Sus primeras conferencias públicas sobre la craneoscopia datan de alrededor de 1796. Desafortunadamente, sus conferencias casi inmediatamente suscitaron oposición por motivos de su presunto materialismo, y en 1805, se vio obligado a abandonar Viena. Después de dos años de viaje, llegó a París acompañado por su colega, Johann Gaspar Spurzheim (1776-1832). En 1810, Gall y Spurzheim publicó el primer volumen de la Anatomie et physiologie du système nerveux en général [12] , la contribución más importante de Gall a la neuroanatomía y la primera declaración importante de su craneoscopia.

                                                                 


La esencia del método de Gall de localización estaba en la correlación de variaciones en el carácter con variaciones en los signos craneológicos externos. La validez de este enfoque dependía de tres supuestos críticos: que el tamaño y la forma del cráneo reflejaban el tamaño y la forma de las porciones subyacentes del cerebro, que las capacidades mentales eran innatas y fijas y que el nivel relativo de desarrollo de un sistema innato Capacidad era un reflejo del tamaño heredado de su órgano cerebral. Sobre estas suposiciones, una correlación observada entre una capacidad particularmente bien desarrollada y una área particularmente prominente del cráneo podría interpretarse como evidencia de la localización funcional de esa capacidad en la porción correlativa del cerebro.

                                                           
                     
Mientras que el enfoque correlacional de Gall fue finalmente abandonado a favor del experimento, su concepción de las facultades innatas fijas reemplazadas por una visión dinámica y evolutiva del desarrollo mental y su hipótesis fundamental sobre la relación del cerebro con la conformación craneal rechazada, sería un grave error Para subestimar su importancia en la historia de la localización funcional. Las suposiciones de Gall pueden haber sido erróneas y sus seguidores pueden haber llevado sus ideas a extremos dogmáticos; Pero no había nada de malo en su lógica científica o en el riguroso empirismo de su intento de correlacionar los talentos observables con lo que él creía que eran índices observables del cerebro.

                                                                


De hecho, fue Gall quien sentó las bases para la psicología funcional basada en la biología que pronto iba a seguir. Al postular un conjunto de rasgos mentales innatos a través de la forma del órgano cerebral, se alejó de la tabula rasa vista extrema de los sensistas como Condillac [ver 30] . Para las facultades normativas y exclusivamente intelectuales de los sensacionalistas, Gall intentó sustituir las facultades definidas en términos de las actividades cotidianas de la vida cotidiana que eran adaptables en el entorno y que variaban entre individuos y entre especies. Para la especulación relativa tanto a la clasificación de funciones como a las unidades anatómicas apropiadas, sustituyó la observación objetiva.

                                                                   


Incluso la oponente más persistente de Gall, Marie-Jean-Pierre Flourens (1794-1867), estaba dispuesta a admitir que fue Gall quien, en virtud de reunir detallada evidencia de correlación entre la variación en la función y la presunta variación en el cerebro, La visión de que el cerebro sirve como el órgano de la mente. Sin embargo, en casi todos los demás aspectos, Flourens era muy crítico con Gall. Algo de un niño prodigio, Flourens se matriculó en la famosa Faculté de Médecine en Montpellier cuando tenía sólo 15 años y recibió su título de médico antes de cumplir los 20 años. Poco después, mientras Gall estaba en el apogeo de su carrera en París, Flourens Se trasladó a la capital. Sobre la base de sus 1824 Recherches Experimentales sur les Propriétés et les fonctions du système nerveux [13] , fue elegido como miembro y, finalmente, para el cargo de secretario perpetuo de la Academia de las Ciencias, llegando a convertirse en una de las figuras científicas más influyentes de Francia .

                                                           

[Figura 14]En Recherches expérimentales [véase la figura 14], Flourens proporcionó la primera demostración experimental de la localización de la función en el cerebro. Mientras que los investigadores anteriores habían lesionado el cerebro a través de una abertura trepanada que hizo imposible localizar el daño o para rastrear la hemorragia con cualquier precisión, Flourens completamente descubierto y aislado de esa parte del cerebro para ser eliminado. Teniendo cuidado de minimizar el trauma operatorio y las complicaciones postoperatorias, utilizó la ablación para localizar un centro motor en la médula oblonga y la estabilidad y coordinación motora en el cerebelo. Aunque su tratamiento de la sensación era más bien confusa, en 1824, en el momento de la segunda edición de las Recherches expérimentales (1842) apareció, Flourens desarrolló una clara distinción entre sensación y percepción (el tratamiento de la percepción como la apreciación del significado de una sensación) 

                                                                        


Y la función sensorial localizada en varias estructuras subcorticales relacionadas.
Con respecto al cerebro, sin embargo, los resultados fueron muy diferentes. Un corte sucesivo a través de los hemisferios produjo un daño difuso a todas las funciones mentales superiores -percepción, intelecto y voluntad- con la cantidad de daño variando sólo con la extensión y no la ubicación de la lesión. Si quedaba tejido adecuado, la función podría ser restaurada; Pero la ablación total condujo a una pérdida permanente de la función. A partir de estos resultados, Flourens llegó a la conclusión de que si bien las funciones sensoriomotoras se diferencian y se localizan subcórticamente, las funciones mentales superiores como la percepción, la volición y el intelecto se extienden por todo el cerebro, funcionando conjuntamente como un único factor con todo el cerebro funcionando en una Unitaria como su "asiento exclusivo".

                                                                     


Por desgracia, sin embargo, como observó Gall (1822/1825), el procedimiento de Flourens "mutila todos los órganos a la vez, los debilita a todos y los extirpa a todos al mismo tiempo" (ENG: VI, pp. La ablación por rodajas sucesivas no era un método adecuado para el descubrimiento de la localización cortical. Unido a una creencia filosófica fuertemente sostenida en un alma unitaria y una mente indivisible y una disposición acrítica a generalizar resultados de organismos inferiores a los seres humanos, los resultados de Flourens lo llevaron a atacar los esfuerzos de Gall en la localización ya formular una teoría de homogeneidad cerebral que, , Anticipó el concepto mucho más tardío de Lashley (1929) de acción de masas y equipotencialidad cortical. Después de haber extendido la distinción sensorial-motriz hasta los neuroeje de las raíces espinales de Bell y Magendie [ver 33] , Flourens llegó a los hemisferios cerebrales. Desde su perspectiva, el cerebro era el órgano de una mente unitaria, y, por implicación, no podía ser funcionalmente diferenciado.

                                                                  


Antes de que la corteza pudiera llegar a ser interpretada en términos sensorio-motores, el terreno intelectual tenía que ser preparado y los medios técnicos desarrollados. Los requisitos intelectuales para este logro implicaban el abandono de un planteamiento fijo de la facultad a favor de un equilibrado asociacionismo sensorio-motor, evolutivo y una apreciación de las implicaciones funcionales de la enfermedad cerebral. El requisito técnico fue el desarrollo de una técnica para la exploración eléctrica de la superficie de la corteza. Los avances intelectuales llegaron a través de las respectivas psicologías de Alexander Bain y Herbert Spencer y los descubrimientos neuropatológicos de Pierre Paul Broca. El avance técnico, que implica el desarrollo y el uso de la estimulación eléctrica, fue empleado por primera vez por Gustav Fritsch y Eduard Hitzig.

                                                         
                                               
Alexander Bain (1818-1903) nació, educó y murió en Aberdeen, Escocia. Después de recibir el grado de Ma de Marischal College en 1840, se unió a la facultad de filosofía mental y moral. En 1860 fue elegido presidente de la lógica en la recién creada Universidad de Aberdeen, donde permaneció hasta su jubilación.Durante estos años, Bain escribió una crítica rara pero interesante lectura de la frenología, en el estudio de caracteres, incluyendo una estimación de la frenología (1861), y un estudio valioso de la mente / vistas cuerpo, la mente y el cuerpo. Las teorías de su relación (1873). Es, sin embargo, para su psicología general que debemos buscar su contribución más importante al clima intelectual del cual surgieron las primeras demostraciones específicas de la localización cortical de la función sensorio-motriz. Esta contribución consistió en el asociacionismo sensorio-motor, que trabajó en los sentidos y el intelecto y las emociones y la voluntad [14] , publicado por primera vez en 1855 y 1859, respectivamente, y revisado en cuatro ediciones a través 1894/1899.

                                                             
        

El trabajo de Bain marcó un punto de inflexión en la historia de la psicología asociacionista. Antes de Bain, el compromiso de los asociacionistas con la experiencia como la fuente principal o única de conocimientos [ver 27-30] llevó a la negligencia de movimiento y acción a favor del análisis de sensibilidad. Incluso cuando el movimiento se incluyó explícitamente en la explicación asociacionista, como por ejemplo en el caso de Thomas Brown [ver 34] , que era la parte sensorial del movimiento, el "sentido muscular", en lugar de la acción de adaptación que se cobró la atención. Bain, basándose en gran medida en Müller [ver 38] , trajo la nueva fisiología del movimiento en conjunción con una explicación asociacionista de la mente. Como Young (1970) ha resumido la opinión de Bain:

                                                                 


"La acción es una propiedad más íntima e inseparable de nuestra constitución que cualquiera de nuestras sensaciones, y de hecho entra como componente en cada uno de los sentidos, dándoles el carácter de compuestos ..." (Bain, 1868, p Los movimientos espontáneos son una característica de la actividad nerviosa antes e independiente de las sensaciones: los vínculos adquiridos de los movimientos espontáneos con el placer y los dolores consecuentes a ellos, educan al organismo para que sus movimientos antes aleatorios ... Bain define la volición como este compuesto de movimientos y sentimientos espontáneos, y la coordinación de los impulsos motores en movimientos intencionales definidos resulta de la asociación de ideas con ellos "(p.115).

                                                                   


Dentro de la psicología de la asociación, éstas eran ideas revolucionarias. Junto con las concepciones evolutivas de Spencer, allanaron el camino para la posterior psicología funcionalista del comportamiento adaptativo; Y, como veremos, proporcionaron el contexto intelectual para una explicación sensorio-motriz de la base fisiológica de las funciones mentales superiores. Irónicamente, sin embargo, este fue un paso que Bain fue completamente incapaz de tomar. Impresionado, como lo habían sido antes de él, con la falta de irritabilidad exhibida por la corteza cuando se pinchó o cortó, Bain dibujó la distinción tradicionalmente nítida "entre los hemisferios y todos los ganglios y centros que yacen debajo de ellos" 54). Cualquiera que fuera la función del cerebro, Bain estaba claro que no podía ser sensorio-motor.

[Figura 16]En 1855, el mismo año en el que publicó Bain los sentidos y el intelecto, otra obra aún más revolucionario apareció en Inglaterra. Los Principios de Psicología [15] por Herbert Spencer (1820-1903) ofreció a los estudiantes del cerebro un asociacionismo evolucionista y un concepto afín de la localización cerebral que dio impulso y dirección de la obra de John Hughlings Jackson ya través de Jackson a la de David Ferrier .
Spencer nació en Derby, Inglaterra y fue en gran parte autodidacta. A la edad de 17 años, tomó la ingeniería ferroviaria, pero dejó esa ocupación en 1848 para trabajar primero como editor y luego como escritor y revisor independiente. En una autobiografía (1904), Spencer nos dice que, a los 11 años o 12 años, asistió a conferencias de Spurzheim que durante muchos años lo convirtió en un creyente en la frenología. De hecho, ya en 1846, antes de que su creciente escepticismo con respecto a la frenología lo llevara a abandonar el proyecto, Spencer había diseñado un cefalógrafo [ver figura 17] con el propósito de lograr una medición craneal más fiable.

[Figura 17]
En 1850, como resultado de una floreciente amistad con George Henry Lewes, Spencer comenzó a leer de LewesUna historia biográfica de Filosofía (1845/1846). En poco tiempo, se encontró tan absorto en el tema que decidió hacer una contribución propia a la filosofía en la forma de una introducción a la psicología. En 1855, Principios de Psicología de Spencer aparecieron. Es un libro complejo y difícil, apenas una introducción al tema; y, al igual Bain de los sentidos y el intelecto, también marcó un punto de inflexión en la historia de la psicología. Mientras Bain había casado el movimiento con las sensaciones del asociacionismo y llegó a la primera visión de asociación sensorio-motora completamente equilibrada, Spencer fue aún más lejos y fundó la psicología en la biología evolutiva.
En particular, Spencer enfatizó tres principios evolutivos básicos que transformaron su visión de la mente y el cerebro en una a la cual la localización cortical de la función era un simple corolario lógico. Al hacerlo, sentó las bases para la concepción evolutiva de Hughlings Jackson del sistema nervioso y la extensión de la hipótesis de organización sensorio-motora al cerebro. Los principios clave de Spencer fueron la adaptación, la continuidad y el desarrollo.

                                                                   
                                                               

Como Gall, Spencer veía la psicología como una ciencia biológica de la adaptación. "Todas aquellas actividades, corporales y mentales, que constituyen nuestra idea ordinaria de la vida ... (así como) aquellos procesos de crecimiento por los cuales el organismo es llevado a la aptitud general para esas actividades" (p.375), consisten simplemente en " El ajuste continuo de las relaciones internas con las relaciones externas "(p.374). Ni las asociaciones entre las ideas internas, por ejemplo, ni las relaciones entre los acontecimientos externos, sino el ajuste cada vez mayor de las relaciones internas y externas, deben estar en el centro de la psicología. De hecho, para Spencer, los fenómenos mentales se definen como adaptaciones, "incidentes de la correspondencia entre el organismo y su entorno" (p.584).

                                                               


Al igual que la adaptación, la continuidad y el desarrollo fueron también ideas focales para Spencer. El desarrollo consiste en un cambio de la homogeneidad a la heterogeneidad, de la unidad relativa y la indivisibilidad a la diferenciación y la complejidad.Según el principio de continuidad, la vida y sus circunstancias existen en todos los niveles de complejidad y correspondencia. El nivel de vida varía continuamente con el grado de correspondencia; Ninguna demarcación radical separa un nivel del siguiente. Así, la vida mental y física son simplemente especies de la vida en general, y lo que llamamos mente evoluciona continuamente de la vida física - reflejos de irritaciones, instintos de reflejos compuestos, y vida consciente y procesos mentales superiores de instintos - coexistentes A niveles variados de complejidad.

                                                                   


Las implicaciones de estas concepciones evolutivas para la hipótesis de la localización cortical de la función son claras. El cerebro es el sistema físico más desarrollado que conocemos y la corteza es el nivel más desarrollado del cerebro. Como tal, debe ser heterogéneo, diferenciado y complejo. Además, si la corteza es un desarrollo continuo a partir de estructuras subcorticales, los principios sensorio-motores que gobiernan la localización subcortical deben mantenerse también en la corteza. Por último, si los procesos mentales superiores son el producto final de un proceso continuo de desarrollo desde la más simple irritación a través de los reflejos y los instintos, no hay justificación para establecer una clara distinción entre la mente y el cuerpo. La dicotomía mente / cuerpo que durante dos siglos había apoyado la idea de que el cerebro, que funcionaba como sede de los procesos mentales superiores, debía funcionar según principios radicalmente diferentes de los descriptivos de la función nerviosa subcerebral, tuvo que ser abandonada.

                                                                     


                                                                    



Si bien estas ideas debían ser desarrolladas de manera más completa por Hughlings Jackson, es bastante claro que incluso en 1855 Spencer era muy consciente de las implicaciones de sus conceptos de continuidad y desarrollo para la localización cerebral. En losPrincipios, escribió que "ningún fisiólogo que calma considera la cuestión en relación con las verdades generales de su ciencia, puede resistir mucho tiempo la convicción de que diferentes partes del cerebro sirven a diferentes tipos de acción mental. La localización de funciones es la ley de Toda organización, cualquier racimo de fibras nerviosas y cada ganglio, tiene un deber especial ... ¿Puede ser, pues, que sólo en el gran ganglio hemisférico esta especialización del deber no se cumple? (Páginas 607 - 608).

                                                                


                                                                   



Con el terreno preparado por el asociacionismo sensorio-motor de Bain y la psicofisiología evolutiva de Spencer, todo lo que se necesitaba para superar el último obstáculo a la extensión de la visión sensorio-motriz a la corteza fue el impulso proporcionado por sorprendentes hallazgos de investigación y Nuevas técnicas experimentales. En el período entre 1861 y 1876, Broca, Fritsch e Hitzig, proporcionaron los primeros descubrimientos y técnicas críticas; Jackson, fuertemente influenciado por Spencer y Bain, proporcionó la extensión del paradigma sensorio-motor a la corteza; Y Ferrier, influenciado por Bain y Jackson, proporcionaron la piedra angular experimental a la doctrina clásica de la localización cortical.

[Figura 18]Paul Broca (1824-1880) nació en el municipio de Sainte-Foy-La-Grande, en la región de Dordoña, Francia, y estudió medicina en el Hôtel Dieu de París. Un interés de por vida en la antropología física llevó a convertirse en uno de los miembros originales de la Société d'Anthropologie y uno de los fundadores de la Revue d'Anthropologie y el Departamento de Antropología de la Universidad de París. El 4 de abril de 1861, en una reunión de la Sociedad de Antropología, Broca se sentó en la audiencia como Ernest Aubertin presentó un documento citando varios casos de estudio llamativos para argumentar el caso craneológico para la localización cerebral del lenguaje articulado.
Aubertin fue el estudiante y el yerno de Jean Baptiste Bouillaud, una figura poderosa y distinguida en los círculos científicos parisinos, él mismo un estudiante de Gall y miembro fundador de la Société Phrénologique. Ya en 1825, Bouillaud había publicado un artículo que empleaba evidencia clínica para apoyar la opinión de Gall de que la facultad del lenguaje articulado reside en los lóbulos anteriores del cerebro.Durante casi 40 años, ante una oposición considerable, Bouillaud había logrado mantener viva la hipótesis de la localización cerebral.Por lo tanto, Aubertin se limitaba a seguir en la tradición de su suegro cuando prometió renunciar a su creencia en la localización cerebral si incluso un único caso de pérdida del habla podría producirse sin una lesión frontal.

                                                               


Intrigada, Broca decidió asumir el desafío de Aubertin. Dentro de una semana, un M. Leborgne ("Tan"), un paciente sin habla, hemipléjico murió de gangrena en la sala de cirugía de Broca. En el "sur le Remarques Sede de la Faculté du langage articulé, suivies observación d'une d'aphemie (perte de la parole)", publicado en 1861 en el Boletín de la Sociedad anatomique de París [16] , Broca presentó una detallada Cuenta de su examen post-mortem del cerebro de Tan. Lo que encontró, por supuesto, fue una lesión superficial en el lóbulo frontal izquierdo, hallazgo confirmado unas semanas más tarde por otro caso en el que el examen post-mortem reveló una lesión similar.
Aunque ni la concepción de una facultad de lenguaje articulado, ni siquiera la noción de su localización en la porción anterior del cerebro eran especialmente novedosas en 1861, lo que Broca proporcionó fue un hallazgo de investigación que galvanizó la opinión científica sobre la hipótesis de localización. El detalle del relato de Broca, el hecho de haber ido específicamente en busca de evidencia para la pérdida del habla de los pacientes en lugar de emplear casos post hoc como apoyo a la localización, su uso del método patológico más que craneológico, su enfoque en la convolución La topografía de los hemisferios cerebrales y, quizá lo más importante, el hecho de que el tiempo estaba maduro para tal demostración, contribuyeron a la sensación instantánea creada por los hallazgos de Broca. Ahora todo lo que se necesitaba era una técnica para la exploración experimental de la superficie de los hemisferios, y esta técnica fue aportada conjuntamente por Gustav Theodor Fritsch (1838-1927) y Eduard Hitzig (1838-1907).
En 1870, en el Archiv für Anatomie, Physiologie, und wissenschaftliche Medicin, Fritsch y Hitzig publicó un artículo clásico que no sólo proporcionó la primera evidencia experimental de la localización cortical de las funciones, pero, de un solo golpe, barridos de la vieja objeción edad a la localización Basado en la idea de que los hemisferios no muestran irritabilidad. Utilizando la estimulación galvánica del cerebro en el perro, Fritsch e Hitzig proporcionaron evidencia concluyente de que las áreas circunscritas de la corteza están involucradas en los movimientos de las extremidades contralaterales y que la ablación de estas mismas áreas conduce a debilidad en estas extremidades. Sus hallazgos establecieron la electrofisiología como un método preferido para la exploración experimental de la localización cortical de la función y demostraron la participación de los hemisferios en la función motora.

[Figura 19]Aproximadamente al mismo tiempo en Inglaterra, John Hughlings Jackson (1835-1911) estaba convergiendo desde una dirección diferente en una visión sensorio-motriz de la función hemisférica.Hughlings Jackson [véase la figura 19] nació en Providence Green, Green Hammerton, Yorkshire, Inglaterra. Comenzó el estudio de la medicina como aprendiz en York y completó su educación en la Escuela de Medicina del Hospital St. Bartholomew en Londres y la Universidad de St. Andrews. Entre varias citas hospitalarias, tal vez su más importante fue como médico del Hospital Nacional de Parálisis y Epiléptico, Plaza de la Reina. Sus contribuciones a la neurología y la psicología se encuentran dispersas en los documentos que aparecen en una variedad de revistas entre 1861 y 1909. Muchos de los papeles más importantes se han reunido en los dos escritos volumen seleccionado de John Hughlings Jackson,editado por James Taylor (1931/1932 ).
Si bien las contribuciones específicas de Jackson a nuestra comprensión de la etiología, el curso y el tratamiento de los trastornos neurológicos que van desde la afasia y la corea a la epilepsia y el vértigo fueron de importancia excepcional, es su concepción evolutiva de la localización de la función sensorio-motora en el cerebro que fue Más influyentes para la psicología. Esta concepción, por supuesto, se desarrolló bajo la inspiración de Spencer. Según Young (1970), "los principios de continuidad y evolución de Spencer proporcionaron a Jackson un conjunto único y consistente de variables para especificar los elementos fisiológicos y psicológicos de los que se compone la experiencia, el pensamiento y el comportamiento: sensaciones (o impresiones) y movimientos Todos los fenómenos mentales complejos se componen de estos elementos simples, desde el reflejo más simple hasta los más sublimes pensamientos y emociones, y todas las funciones y facultades pueden explicarse en estos términos "(p.199).

                                                                   


El artículo de Jackson, "Sobre la localización anatómica y fisiológica de los movimientos en el cerebro," serializado en la revista TheLancet en 1873, es representativa de una serie de documentos durante este período que refleja la concepción sensorial-motriz. En un prefacio interesante y revelador de una Investigaciones 1.875 folleto, clínicas y fisiológicas en el sistema nervioso [17] , lo que vuelve a imprimir el documento de 1873, Jackson describe los antecedentes para la hipótesis tal como se desarrolló en su propio trabajo, casi como si estuviera intentando Para establecer su prioridad. Aficionado como siempre a citarse, Jackson reimprime una nota de pie de página de un documento de 1870, "El estudio de las convulsiones", que resume sus puntos de vista:
Algunos afirman que el cerebro es el órgano de la mente y que no es un órgano motor.Algunos piensan que el cerebro se asemeja a un instrumentista y el motor se centra en el instrumento -una parte es para las ideas , y el otro para los movimientos. se puede, entonces, ser preguntado, ¿Cómo se puede descargar de una parte de un órgano mental, síntomas motores producen solamente? ...Pero de lo que "sustancia" puede el órgano de la mente estar compuesto, a menos que de los procesos que representan movimientos e impresiones ...? ¿hemos de creer que el hemisferio está construida sobre un plan fundamentalmente diferente de la de las vías de motor? ... Sin duda, la conclusión es irresistible, que los síntomas mentales "... todos deben ser debido a la falta, o al desarrollo desordenado, de los procesos senso de motor "(p. xi-xii).




[Figura 20]Así, a principios de la década de 1870, Jackson había articulado completamente una concepción general de la organización funcional del sistema nervioso. En palabras de Young (1970), ésta "constituyó la última etapa en la integración de la psicología asociada con la fisiología sensorio-motora ... (y) implicaba un rechazo explícito de ... trabajo que había obstaculizado una visión unificada: la Y la falta de voluntad de Flourens, Magendie, Müller y otros para tratar el órgano de la mente -los centros más altos- en términos sistemáticamente fisiológicos "(p.206). En el trabajo de Jackson, el análisis teórico de la localización cerebral alcanzó toda la extensión de su desarrollo del siglo XIX. En las investigaciones sistemáticas y experimentales de su amigo y colega, David Ferrier (1843-1928), este análisis fue sorprendentemente confirmado.
Ferrier [véase la figura 20] nació y estudió en Aberdeen, Escocia, donde estudió bajo Alexander Bain. A instancias de Bain, viajó a Heidelberg en 1864 para estudiar psicología. Durante ese período, Heidelberg fue el hogar de Helmholtz y Wundt. Wundt había completado recientemente (1862) completó la Beiträge zur Teoría der Sinneswahrnehmung [ver 40] que contiene la primera declaración programática de su psicología fisiológica y Ferrier sin duda debe haber encontrado puntos de vista de Wundt.

                                                                     


[Figura 21]A su regreso, Ferrier completó su formación médica en la Universidad de Edimburgo y sirvió como ayudante de Thomas Laycock, que había sido el primero (véase Laycock, 1860 para una reivindicación de prioridad) para articular el concepto de "inconsciente Cerebración ". Entre otros nombramientos, Ferrier, como Jackson, sirvió como médico al Hospital Nacional, Queen Square.Influenciado como Jackson por Bain y Spencer, Ferrier se propuso probar la noción de Jackson de que las funciones sensoriales-motoras deben ser representadas de manera organizada en la corteza y extender la localización experimental de Fritsch y Hitzig de la corteza motora en el perro.Utilizando ablaciones cuidadosamente controladas y estimulación farádica del cerebro, un adelanto sobre las técnicas galvánicas disponibles para Fritsch y Hitzig, Ferrier logró cartografiar áreas sensoriales y motoras a través de una amplia gama de especies [véase la figura 21]. Su primer trabajo, "investigaciones experimentales en la fisiología y la patología cerebral," apareció en 1873 en los informes médicos West Riding asilo loco; pero fue el impacto de la investigación de especies cruzadas acumulada reunió en 1876 en Las funciones del cerebro [18] que sirvió para confirmar la instalación de análisis sensorial-motriz como el paradigma dominante tanto para la explicación fisiología y la psicología.






Cesare Lombroso y la teoría del criminal nato fue un famoso criminalista, psiquiatra y sociólogo. Es el antepasado de la escuela italiana de antropología criminal.

Cesare Lombroso, un criminólogo y médico italiano nacido en 1835, fue uno de los precursores de la criminología moderna en cuanto a que se puede nacer predispuesto a ser un criminal por causas biológicas. Su legado continúa presente, aunque sus estudios y publicaciones causaron y siguen causando bastante polémica.



















lunes, 11 de septiembre de 2017

El "Maestro Español"


                                                                    

                                                                   
                                 Obra del "Maestro Español"


                                                                   
Veréis que a lo largo de la historia siempre hay alguien que no soporta ver una nariz patricia y reacciona dándole un martillazo para arrancàrsela
                                                                 
                                         César Augusto


Se cree que entre el 40 y el 50% de las obras de arte en el mercado de las antigüedades son falsas, Stephan Lehmann, consigue por primera vez, que un busto de bronce, más concretamente la cabeza de César Augusto sea analizada por un equipo científico alemán, este equipo de científicos es el mejor preparado del mundo para poder analizar el material físico y datar la fecha en la que se hizo. El busto después de ser analizado y estudiado por Stephan Lehmann, llega a la conclusión que es otra obra más de las que ha inundado el mercado de antigüedades por el conocido en este mundo como el "Maestro Español". Detrás de este "artista" tiene que haber todo un equipo de especialistas de mucha categoría, esculpir la cabeza y darle un gesto antiguo en muy complicado, los trabajos de moldear el bronce con las técnicas de la cera perdida y darle una pátina verosímil, es lo segundo más complicado.
Stephan Lehmann es un especialista en el arte del mundo antiguo, con sólo un pequeño análisis visual sabe perfectamente si es una falsificación o si es el verdadero original.
           El artista del mundo antiguo, desde niño se le estimulaba a leer, tocar la lira, luchar y practicar todos los demás ejercicios del cuerpo. Cuando pasaba la adolescencia y comienza el aprendizaje en algún taller, la primera lección que tiene que aprender es la manera captar y modelar en el rostro el temperamento del modelo. Los temperamentos vicios y virtudes son los primeros que han esculpido el rostro humano, En el mundo griego y romano lo más importante, más que la perfección física de la obra, se encontraba en lo que ella transmitía.
           Un rostro divinizado, en este caso el de el emperador Augusto, tiene que reflejar y transmitir una o varias de las 16 virtudes que más valoraban los antiguos, y en este caso el busto del "Maestro Español" es una obra de arte, pero se nota que no está realizada por las manos angélicas de los artistas antiguos. Rostro severo, algo enfadado, y entrecejo fruncido no es la imagen de un emperador divinizado al que hacerle ofrendas en un altar.
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miércoles, 12 de julio de 2017

La tumba de Tullia hija de Cicerón.

                                                                         



Un hallazgo arqueológico ocurrido por accidente en el siglo XV, en la Vía Apia de Roma transportó durante un tiempo a la ciudad al maravilloso pasado histórico revelando las maravillas del mundo antiguo. Se encontró una lámpara encendida en una tumba, se creía que la tumba pertenecía a Tulliola, la hija de Cicerón, que murió en el año 44 AC. La lámpara que iluminó la bóveda sellada durante 1550 años fue extinguida cuando fue expuesta al aire. Un líquido transparente cubría el cuerpo de una joven muy bella en perfecto estado de conservación. Bartolomé Fonzio, que era un erudito renacentista y profesor de literatura en la Universidad de Florencia sitúa este acontecimiento en abril de 1485 y otros autores lo centran en 1540, durante el Papado de Pablo III.

Daniele da San Sebastiano, en una carta fechada en 1485, dice...
"En el curso de las excavaciones que se hicieron en la vía de Appian, para encontrar piedras y mármoles, tres tumbas de mármol se han descubierto durante estos últimos días, hundidos doce pies bajo tierra. Se trataba de Terentia Tulliola, hija de Cicerón; El otro no tenía epitafio. Una de ellas contenía una joven, intacta en todos sus miembros, cubierta de pies a cabeza con una capa de pasta aromática de una pulgada de espesor. Al retirar este revestimiento, que creemos compuesto de mirra, incienso, áloe y otras drogas inestimables, apareció una cara tan hermosa, tan agradable, tan atractiva que, aunque la muchacha había muerto ciertamente mil quinientos años , Parecía haber sido postrada para descansar ese mismo día. Las gruesas masas de pelo, recogidas en la parte superior de la cabeza en el estilo antiguo, parecían haber sido peinadas entonces y allí. Los párpados podían abrirse y cerrarse; Las orejas y la nariz estaban tan bien conservadas que, después de estar dobladas a un lado u otro, volvieron instantáneamente a su forma original. Presionando la carne de las mejillas el color desaparecería como en un cuerpo vivo. La lengua se podía ver a través de los labios rosados; La articulación de las manos y los pies aún conservaba su elasticidad. El conjunto de Roma, hombres y mujeres, al número de veinte mil, visitó la maravilla de Santa María Nova ese día. Me apresuro a informarles de este acontecimiento, porque quiero que entiendan cómo los antiguos cuidaron de preparar no sólo sus almas, sino también sus cuerpos para la inmortalidad. Estoy seguro de que si tuvieras el privilegio de contemplar esa hermosa cara joven, tu placer habría igualado tu asombro.

                                                                       
                                                        Tullia hija de Cicerón (ficción)


El acontecimiento causó tanta impresión en Roma que decenas de miles de personas salieron a las calles para ver el cuerpo. Durante un par de días fue el tema de conversación y asombro en la ciudad. Incluso llegaron a pintar un retrato de ella. Dos días después de que se encontró el cadáver, las autoridades romanas ordenaron que lo trajeran de regreso a la ciudad, en medio de una vasta multitud de personas, la joven fue expuesta de nuevo en exhibición. Otro escritor señaló, "es como si fuese una procesión que al subir esa colina ofrecen indulgencias y perdón de los pecados" tan grande es la multitud, especialmente de  mujeres, que son atraídos para contemplar a la joven muerta.

Bartolomeo Fonzio, erudito del Renacimiento y profesor de literatura en la Universidad de Florencia escribió a un amigo.
Expondré este asunto en orden: algunos obreros estaban cavando los cimientos de las tumbas en busca de mármol en la Via Appia a seis millas fuera de Roma. Por accidente habían destruido un arco frontal con ladrillos por todos sus lados de unos diez metros cuando se encontraron con un rectángulo de mármol, al abrirlo, encontraron un cadáver cubierto por una corteza transparente fragante de dos pulgadas de espesor. Asimismo todo el interior del ataúd había sido impregnado con la misma corteza fragante una especie de yeso transparente. Cuando la corteza fue quitada, se pudo ver mas claramente la cara de una joven, era algo pálida y como si hubiera sido enterrada ese mismo día. Su cabello largo y oscuro y firmemente fijo en el cuero cabelludo, se reunieron en un nudo y dividido en trenzas dobles de manera infantil, todo cubierto por una redecilla de seda entretejida con oro. Tenía orejas pequeñas, una frente noble, cejas oscuras, los ojos bien formados y brillantes. La nariz estaba intacta y de aspecto muy suave. Los labios eran un rojo pálido, los dientes pequeños y blanca como la nieve, la lengua desde el techo de la boca todo escarlata. Las mejillas, mentón y garganta parecían las de una persona viva. Los brazos colgaban de la totalidad de los hombros . Las manos blancas y perfectas, los dedos redondeados se estrechaban como translúcidos clavos de oro y tan firmemente fijos que ellos no podrían ser rasgados de las articulaciones. Su pecho, estómago y vientre eran igualmente hermosos y aparecían blancos, cuando apartaron la corteza transparente. La nuca del cuello, la espalda y nalgas retuvo su posición y forma y aspecto elegante. La belleza de sus caderas, muslos, espinillas y pies además daba la impresión de una persona viva. esta joven que había vivido cuando Roma estaba en su mejor momento parecía una muchacha muy bella y noble"."Sólo desearía poder hacer justicia en palabras a la belleza y atractivo del cadáver, lo cual parecería asombroso para la posteridad y bastante increíble si no fuese el testimonio de toda la ciudad".

                                                                           
                                                                 Marco Tulio Cicerón


Antonio di Vaseli, en su diario dice, que también vio y se maravilló de la belleza y el estado de conservación de la joven, era como si la hubiesen puesto en ese mismo momento en el féretro, añadiendo que "debe ser una joven ilustre, porque sólo a una persona noble y rica podían permitirse ser enterrado en un sarcófago tan costoso repleto de ungüentos preciosos"
El diario de Antonio di Vaseli:

"Hoy día, 19 de abril de 1485, llegó la noticia a Roma de que un cuerpo enterrado hace mil quinientos años había sido encontrado en una granja de Santa María Nova, en la Campagna, cerca del Casale Rotondo... (P. 49.) Las autoridades de Roma se trasladaron a Santa María Nova comprobando el hecho, y dispusieron una compañía de hombres para el transporte del cuerpo a la ciudad. El cuerpo se ha colocado para la exposición en el palacio de Conservatori, y los pricipales de la ciudad y la nobleza han ido a verla. El cuerpo parece estar cubierto con una sustancia glutinosa, una mezcla de mirra y otros ungüentos preciosos, que atraen enjambres de abejas. Dicho cuerpo está intacto. El pelo es largo y grueso; Las pestañas, los ojos, la nariz y las orejas son impecables, así como las uñas. Parece ser el cuerpo de una mujer, de buen tamaño; Y su cabeza se cubre con un casquillo ligero del hilo de oro tejido, muy hermoso. Los dientes son blancos y perfectos; La carne y la lengua conservan su color natural; Pero si la sustancia glutinosa es lavada, la carne se ennegrece en menos de una hora. Mucho se ha cuidado en la búsqueda de la tumba en la que se encontró el cadáver, con la esperanza de descubrir el epitafio, con su nombre; Debe ser ilustre, porque nadie más que una persona noble y rica podría permitirse ser enterrado en un costoso sarcófago lleno de preciosos ungüentos.

Otro misterio es  ¿qué pasó con la lámpara perpetua que alumbraba el sarcófago de Tullia? ¿qué pasó con el cuerpo después de que fue trasladada a Roma? Algunos informes indican que el Papa Inocencio VIII, quizás molesto por toda la atención que estaban poniendo a este cadáver, ordenó a los funcionarios de la ciudad llevarse el cuerpo secretamente y enterrarlo fuera de las murallas de la ciudad. Otra versión explica que el cuerpo sólo fue arrojado al río Tíber.
                Sobre la lámpara encontrada, en otro momento agregaré una lista de lámparas perpetuas reconocidas a lo largo de la historia. Los alquimistas saben mucho de todas estas cosas, en los tesoros ocultos del Vaticano hay mucha historia y misterio.
                Es una pena que se pierda en la memoria y no poder contemplar el cuerpo de esta joven en la actualidad; si se conservó 1500 años, se supone que se hubiese podido conservar otros mil años más con los cuidados apropiados. Para muchas personas que visitan Roma que contemplan la iglesias mas bellas de la ciudad y admiran las pinturas de Caravaggio y las esculturas de Bernini y demás genios italianos, sería una experiencia emocionante poder contemplar el cuerpo de la hija de Cicerón la bella Tullia.
¿O la mejor opción sería la que tomó el Papa Inocencio VIII? dar cristiana sepultura a la joven Tullia para su descanso eterno. Esa es la duda.
Yo me quedo con esta última.




                                                                       
                                                              Servius Sulpicius Rufo

XXVII. Carta de Servius Sulpicius Rufo a Cicerón (En Astura) Atenas (marzo)
Cuando recibí la noticia de la muerte de tu hija Tullia, me sentí tan afligido y apenado por encontrarme tan lejano de vosotros y tan afligido sin poder tener consuelo mutuo de todos vosotros, y lo he sentido como una calamidad de la cual comparto como si fuese propia. Pues si yo estuviera en casa, no habría dejado de estar ni un solo momento a tu lado, y poder mostrar que mi pena se presente cara a cara contigo. Este tipo de consuelo en las relaciones y amigos implica mucha angustia y dolor, y mutuamente se consuela igualando y compartiendo el dolor. No es posible contener las lágrimas y la pena, de modo que parecen requerir un consuelo en lugar de ser capaces de permitirlo a los demás. Sin embargo, he decidido para tu beneficio mostrar brevemente los pensamientos que se me han ocurrido, no porque que no te sean conocidos, sino porque vuestra tristeza puede impedirles que os lleguen vivamente.

¿Por qué una pena tan cruel puede agitarnos tan profundamente? Piensa cómo la fortuna nos ha tratado a nosotros hasta ahora. Reflexiona por que nos arrebatan lo que no debe ser menos querido a los seres humanos que a sus hijos-país, honor, rango, toda distinción política. ¿Qué herida adicional a los sentimientos puede ser infligida por esta pérdida en particular? ¿O dónde está el corazón que no debería hacer perder toda sensibilidad y aprender a considerar todo lo demás como de menor importancia?  ¿Cuántas veces has recurrido al pensamiento -y muchas veces me ha parecido la misma idea- que en épocas como esta está lejos de ser el peor destino al que se le ha concedido cambiar la vida por una muerte sin dolor? Ahora, ¿qué hay en tal época que puede tentarnos grandemente a seguir viviendo? ¿Qué alcance, qué esperanza, qué consuelo de corazón? ¿Que pasara por la vida con un marido joven y distinguido? ¡Cómo es imposible que un hombre de su rango seleccione de la generación actual de jóvenes un yerno, a cuyo honor se podría considerar seguro al confiar en su hijo! ¿Acaso podía tener hijos para animarla con la vista de su vigorosa juventud?  ¿Cuál sola de estas perspectivas no se ha quitado antes de que se diera? Pero, se dirá, después de todo es un mal perder a los hijos. Sí, es: sólo es peor soportar y someterse al estado actual de las cosas.
Quiero mencionarle una circunstancia que no me ha dado ningún consuelo común, en la oportunidad de que también sea capaz de disminuir el dolor. En mi viaje desde Asia, mientras navegaba desde Egina hacia Megara, empecé a examinar las localidades que estaban a cada lado de mí. Detrás de mí estaba Ægina, delante de Megara, a mi derecha Piræus, a mi izquierda Corinto: ciudades que en otro tiempo eran más florecientes, pero ahora se encuentran ante mis ojos en ruina y decadencia. Comencé a reflexionar a mí mismo así: "¡Hah! ¿cuántos pueblos se encuentran sin destino y en una ruina indefensa? Por favor, Servius, recordemos constantemente que todos los hombres hemos nacidos mortales "Créeme, que siempre he estado fortalecido por esta reflexión. Ahora tómate la molestia, si está de acuerdo conmigo, para poner estos pensamientos ante sus ojos. No hace mucho, todos los hombres más ilustres perecieron de golpe: el imperio del pueblo romano sufrió esa gran pérdida: todas las provincias fueron sacudidas hasta sus cimientos. Si te has vuelto más pobre por el frágil espíritu de una pobre muchacha. Si ella no hubiera muerto ahora, tendría que morir como todos nosotros dentro de unos años, porque era mortal. Tú también retiras el alma y el pensamiento de tales cosas, y más bien recuerda aquellas que se convierten en la parte que has jugado en la vida: que ella vivió mientras la vida tuviera algo que darte; Que su vida sobrevivió a la de la República; Que vivió para verte, a su propio padre, presbítero, cónsul y augurio; Que se casó con jóvenes del más alto rango; Que había disfrutado de casi todas las bendiciones posibles; Que, cuando cayó la República, se alejó de la vida. ¿Qué culpa tienes tú o ella por encontrar la fortuna en este mundo romano? No olvides que eres Cicerón y un hombre acostumbrado a instruir y aconsejar a otros; Y no imitáis a los malos médicos, que en las enfermedades de otros profesan entender el arte de sanar, pero no pueden prescribir para sí mismos. Más bien, sugiérete a ti mismo y trae a tu casa y a tu mente las mismas máximas que está acostumbrado a impresionar a los demás. No hay tristeza más allá del poder del tiempo para disminuir y suavizar: es una reflexión sobre ti que debe esperar este período, y no anticipar ese resultado con la ayuda de tu sabiduría. Pero si hay alguna conciencia que exista en el mundo, tal era su amor por ti y su afecto obediente por toda su familia, que ciertamente no desea que actúes como estás actuando.¡Conceda esto a ella, su perdida! ¡Dale a tus amigos y compañeros que lloran contigo en tu dolor! Concede a tu país, que si surge la necesidad, ella puede tener el uso de tus servicios y consejos.
Finalmente, puesto que la fortuna nos reduce a la necesidad de tomar precauciones sobre este punto, no permitas que nadie piense que no estás de luto tanto por tu hija como por el estado de los asuntos públicos y la victoria de los demás. Me avergüenza decirte algo más sobre este tema, para que no parezca desconfiar de su sabiduría. Por lo tanto, solo haré una sugerencia antes de terminar mi carta. Te hemos visto en muchas ocasiones con una noble dignidad que siempre ha enriquecido mucho tu fama: ahora es el momento para que nos convenzas de que eres capaz de soportar la mala fortuna igualmente bien, y que no te parezca ser una carga más pesada de la que debieras soportar. No quisiera que esta fuera la única de todas las virtudes que no posees.
Por lo que a mí respecta, cuando me sepa de que tu mente está recuperada, te escribiré un relato de lo que está sucediendo aquí y de la condición de la provincia.
Adiós.






Lámparas alquímicas: Isis sin velo tomo I capítulo 8.


Seguidamente presento lo que H. P. Blavatsky dice en Isis Sin Velo Tomo I capítulo 8 acerca de las lámparas alquímicas. H. P. Blavatsky como todo sabemos es una prolífica autora que no tenía muchas simpatías por el cristianismo, pero eso no quita que lo que expone sobre las lámparas alquímicas sea muy interesante.


Así se explica, por ejemplo, que no tenga crédito en 1876 el testimonio dado en 1731 acerca de un hecho ocurrido durante el pontificado de Paulo III. Si a los científicos se les dice que los romanos mantenían encendidas por muchos años las lámparas sepulcrales, alimentadas con la oleaginosidad del oro, y que una de estas lámparas se encontró ardiendo todavía al cabo de mil quinientos cincuenta años409 en la tumba de Julia, hija de Cicerón, no querrán creerlo hasta convencerse por sus propios ojos de la posibilidad del hecho, con lo que también pueden recusar el testimonio de los filósofos antiguos y medioevales.
               Les parecerá asimismo sospechosa la resurrección de los fakires después de treinta días de haber sido enterrados vivos, y tendrán por patraña el hecho de que algunos lamas se infieran heridas de mortal apariencia hasta el punto de enseñar las entrañas, y sin embargo, se las curen casi instantáneamente. No es extraño que las gentes recelosas del testimonio de sus propios sentidos, en cuanto a fenómenos realizados en su mismo país, repugnen los relatos de los viajeros y las narraciones contenidas en obras clásicas; pero no se concibe la terquedad de las Academias, que después de las lecciones recibidas persisten en ofuscar sus dictámenes con palabras enemigas de la verdadera ciencia.
                La magia puede replicar a los científicos con la voz de Dios que le decía a Job desde el torbellino: “¿En dónde estabas tú cuando 408 Wallace. – Memoria leída ante la Sociedad Dialéctica, en 1871: Réplica a Hume. 409 “Filólogoç” Bayley. – 2ª edición. H. P. Blavatsky Isis Sin Velo Tomo I 229 eché los cimientos de la tierra? Responde si comprendiste. Y ¿quién eres tú para atreverte a decir a la naturaleza: de aquí no pasarás?” Pero nada importa que nieguen, porque ni aun cuando su escepticismo fuese mil veces más mordaz, impedirían la efectuación de fenómenos en todos los ámbitos del mundo, y seguirán los fakires levantándose de sus temporáneas tumbas y los lamas no tendrán reparo en herirse y mutilarse el cuerpo sin dolor y continuarán ardiendo perpetuamente las lámparas de los sepulcros indos, japoneses y tibetanos.
                Tampoco dejarán por ello de servir de testimonio las maravillas presenciadas en Egipto por el capitán Lane, los experimentos de Napier y Jacolliot, en Benarés, y las levitaciones de personas en pleno día410. Entre las tachadas de quimeras alquimistas se encuentran las lámparas perpetuas411 de cuya autenticidad podemos dar personal testimonio. Tal vez alguien pregunte en qué nos fundamos para afirmar la perpetua ardencia de estas lámparas, puesto que sólo nos fué posible examinarlas durante tiempo limitado; pero a esto responderemos que afianza nuestra afirmación el conocimiento de la ley natural aplicable a este caso, aparte de la manera de construirlas y de los ingredientes empleados en el combustible de alimentación. Por lo que toca a las explicaciones del lugar y modo de adquirir este conocimiento, será preciso que los críticos se tomen para ello el trabajo que nos tomamos nosotros.
                  Conviene advertir, sin embargo, que ninguno de los ciento setenta y tres autores que trataron de este asunto afirmó la duración eterna de las lámparas, sino su duración por tiempo indefinido, que en algunos casos alcanzó a muchos siglos; pues si hay ley natural que permita la ardencia de una lámpara durante diez años, sin necesidad de alimentarla, asimismo, por virtud de la propia ley, puede seguir ardiendo cien mil años412. 410 Véase en el glosario la explicación de la palabra Ethrobacia. 411 El misionero inglés Mateer refiere haber visto una de estas lámparas en el templo de Trevandrum (reino de Travancore, India meridional). Dice que en el interior del templo hay un profundo pozo al que anualmente se echan valiosos tesoros, y en otro paraje del mismo templo hay una gruta en cuyo recinto arde una lámpara de oro encendida ciento veinte años atrás.
                   El misionero anglicano refiere el hecho sin comentario, pero los misioneros católicos lo atribuyen, como es de suponer, a diabólicas artes. Además , el abate Huc, así como otros viajeros que lograron simpatizar con los lamas, pudieron examinar detenidamente dichas lámparas. 412 De los 173 autores que atestiguan la existencia de lámparas que arden sin renovación de combustible, mientras no se estropeen por accidente, citaremos los que siguen: Clemente de Alejandría, Hermolao, Barbaro, Apiano, Plinio, Buratino, Citesio, Celio, Focio, Costeo, Casalio, Cedreno, Delrio, Ericio, Gesner, Jacobono, Leandro, Libavio, Lacio, Pico de la Mirandola, Filaleteo, Liceto, Maiolo, Maturancio, Luis Vives, Volaterano, Porta, Pancirolo, Ruscelio, Escardonio, Paracelso, Solino, Kircher y Alberto el Magno. H. P. Blavatsky Isis Sin Velo Tomo I 230.

Los egipcios, padres de la química se atribuyen la invención de estas lámparas, no sin fundamento, pues en dicho país fué mucho más frecuente su empleo a favor de su religiosa creencia en que el alma astral del difunto vagaba alrededor de la momia durante los tres mil años del cielo de necesidad, ligada por el hilo magnético que sólo podía romper su propio esfuerzo, y así confiaban los supervivientes en que la siempre encendida lámpara, símbolo del incorruptible é inmortal espíritu, favorecería la ruptura de los lazos que sujetaban al alma astral a los mortales despojos y la impelería a reunirse con el divino Yo. Generalmente se colocaban estas lámparas en los sepulcros de las familias acomodadas, y dice Liceto que en su época se encontraron encendidas al abrir las tumbas, pero se apagaban al punto a consecuencia de la profanación.
                Tito Livio, Buratino y Schatta 414 refieren el hallazgo de muchas lámparas en los subterráneos de Menfis. Por su parte nos dice Pausanias que en el templo de Minerva, de Atenas, había una lámpara, obra maestra de Calímaco, que ardía todo el año. Plutarco afirma 415 que en el templo de Júpiter Amón vio otra lámpara que, según le aseguraron los sacerdotes, ardía durante años enteros, a pesar del viento y de la lluvia. San Agustín menciona también otra lámpara existente en el templo de Venus, que ofrecía las mismas singularidades. Kedreno, dice a su vez que en Edessa se encontró una lámpara oculta en el vano de una puerta, que estuvo ardiendo durante quinientos años. Pero de todas estas lámparas, la más prodigiosa es la que, según refiere Olivio Máximo de Padua, se encontró cerca de Ateste y que Escardonio describe en los términos siguientes: “En una urna de alfarería estaba contenida otra menor y dentro de ésta ardía una lámpara que con un licor purísimo encerrado en dos frascos, uno de oro y otro de plata, por todo alimento, mantenía su luz durante 1.500 años. Los frascos pasaron para su custodia a manos de Francisco Maturancio, quien los estima de subidísimo precio”416.
                Dando de mano a exageraciones y prescindiendo de la gratuita negación de la ciencia moderna acerca de la posibilidad de estas lámparas, cabe preguntar si en el caso de haberse conocido en la época de los “milagros”, debe distinguirse entre las encendidas ante los altares cristianos y las que ardían ante las imágenes de Júpiter, Minerva y otras divinidades paganas. Según algunos teólogos, las lámparas de los altares cristianos tenían virtud milagrosamente divina, al paso que las paganas debían su luz a los artificios del diablo, y en estas dos agrupaciones se clasificaban las lámparas, según dicen Kircher y Liceto. La de Antioquía, que durante 1.500 años ardió al aire libre en la plaza pública, sobre la puerta de una iglesia, se mantenía, al decir de los teólogos, por 413 El Salmo CV de David, vers. 23, habla de la “Tierra de Ham” (vkc, Chem, chmi), de donde se derivan los nombres de alquimia y química. 414 Œdipi Ægyptiaci Theatrum Hieroglyphicum, 544. 415 Defectu oraculorum. 416 Libro I. – Clase 3ª, cap. último. H. P. Blavatsky Isis Sin Velo Tomo I - 231 el poder de Dios que había dado perpetua luz a tan infinito número de estrellas, mientras que las lámparas paganas, según asevera San Agustín, eran obra del demonio que trata de engañar al hombre por diversidad de medios; como si nada fuese más fácil para Satanás que deslumbrar con un relámpago de luz o una brillante llama a quienes entran por vez primera en una cripta sepulcral.
                Así lo aseguraba el vulgo de los cristianos cuando en el reinado de Paulo III, al abrir una tumba de la vía Apia, se encontró el cadáver de una doncella flotante sobre un terso licor que la había preservado de la corrupción hasta el punto de aparecer como dormida. A los pies del cadáver ardía una lámpara que se apagó al abrir la tumba, de puya inscripción pudo colegirse que el enterramiento era de la hija de Cicerón, muerta 1.500 años antes 417. Niegan los químicos la posibilidad de las lámparas perpetuas, alegando que toda combustión requiere consumo de combustible; pero los alquimistas replican diciendo que no siempre el fuego procede de las combustiones químicas, pues hay substancias que no sólo resisten la ardencia de la llama sin consumirse, sino que ni aire ni agua las extinguen. El autor de un tratado de química, impreso en 1700 con el título de Nekrokjleia, refuta las afirmaciones de los alquimistas, y aunque niega la posibilidad de las lámparas perpetuas, se inclina a creer que ardan algunas durante siglos.
                Por otra parte, tenemos el testimonio de multitud de alquimistas cuya prolongada experiencia les convenció de la posibilidad del fuego perpetuo. Conocieron los alquimistas preparaciones especiales de oro, plata y mercurio, de índole parecida a las de nafta, petróleo y otros minerales combustibles, así como los aceites de alcanfor y de ámbar, el amianto (lapis asbestos), el ciprio (lapis carystius) y el creteo (linum vivum), que emplearon como combustibles de las lámparas perpetuas. Según los alquimistas, el oro es el mejor pábulo por su maravillosa llama, aparte de que entre todos los metales es el que menos se gasta al fundirse y reabsorbe su misma destilación aceitosa, según va ésta exhalándose, para alimentar de tal suerte su propia llama. Aseguran los cabalistas que Moisés aprendió este secreto de los egipcios y que la lámpara del tabernáculo era perpetua, según se infiere del siguiente pasaje: Manda a los hijos de Israel que te traigan el aceite más puro de los árboles de olivas, sacado a mortero, para que arda siempre la lámpara 418.
                También niega Liceto que las lámparas perpetuas contuvieran preparaciones metálicas, pero en cambio dice en la misma obra que un compuesto de mercurio, filtrado siete veces por arena blanca puesta al fuego, sirvió para fabricar lámparas que ardían continuamente. Por otra parte, tanto Maturancio como Citesio afirman que este resultado puede obtenerse por procedimientos químicos, pues el licor de mercurio fué 417 La ampliación de este relato se halla en la obra de Erasmo Francisco, quien la tomó de Flomero, Pancirolo y otros. 418 Éxodo, XXVII, 20. H. P. Blavatsky Isis Sin Velo Tomo I 232 ya conocido de los alquimistas, que le dieron los nombres de aqua mercurialis, materia metallorum, perpetua dispositio, materia prima artis y oleum vitri 419. El asbesto llamado Asbestov (inextinguible) por los griegos, es una piedra que, según dicen Plinio y Solino, no puede apagarse una vez encendida. San Alberto Magno la describe diciendo que es del color del hierro y se la encuentra principalmente en Arabia, cubierta de una capa oleaginosa apenas perceptible, que se inflama en cuanto se le acerca una luz. Los químicos han intentado en vano extraer dicho aceite del asbesto, pero de ello no cabe inferir que la operación sea imposible, y si se lograra no habría duda alguna de si dicho aceite puede dar llama continua. Justamente se vanagloriaron los antiguos de poseer este secreto, por cuanto en nuestros mismos días han obtenido el mismo resultado algunos experimentadores.
                 Dicen unos químicos que el líquido 419 Tritenheim y Korndorf dieron las siguientes recetas para la confección de los combustibles perpetuos que habían preparado: 1.º Se toman cuatro onzas de sulfuro y alumbre y se subliman en flores hasta dos onzas. Añádase una onza de polvo de borax cristalino de Venecia y sobre estos ingredientes se vierte espíritu de vino muy rectificado, para que se dirigieran en él. Se evapora después en frío y se repite la operación hasta que puesto el sulfuro sobre un plato de bronce se ablande como cera sin despedir humo. Así se obtendrá el pábulo. En cuanto al pabilo se prepara como sigue: Tómense hebras de amianto del grueso del dedo del corazón y largo del meñique y pónganse en un vaso de Venecia recubriéndolas con el pábulo. Déjese el vaso durante 24 horas dentro de arena lo bastante caliente para que el pábulo hierva todo este tiempo, y una vez embadurnado así el pabilo se le pone en un vaso de forma de concha, de manera que el extremo de las hebras sobresalga de la masa del pábulo. Colóquese entonces el vaso sobre arena caliente para que, derretido el pábulo, se impregne el pabilo y una vez encendido éste arderá con llama perpetua que se podrá llevar a cualquier sitio. 2.º Tómese una libra de salis tosti y viértase sobre ella vinagre fuerte de vino. Concéntrese después hasta que tome consistencia el aceite, y se echa entonces en vinagre fresco donde se macera, y luego se destila repitiendo la operación por cuatro veces consecutivas. Se pone después en este vinagre una libra de vitr. antimonii subtilis lœvigat y todo ello se coloca en un vaso cerrado puesto sobre la ceniza por espacio de seis horas, al cabo de las cuales se extrae la tintura, se decanta el licor, se deja enfriar, se extrae de nuevo y se repite la operación hasta sacar todo el color encarnado. Se concentran los extractos hasta que tomen consistencia oleaginosa y se rectifican al bañomaría. Tómese después el antimonio de que se ha extraído la tintura y redúzcase a polvo sutilísimo que se pone dentro de un recipiente de vidrio. Viértase encima el aceite rectificado, que ha de concentrarse y destilarse siete veces, hasta que el polvo haya embebido todo el aceite y quede enteramente seco. Se extrae otra vez con espíritu de vino y se repite la operación hasta que desaparezca toda la esencia. Póngase entonces en un matraz de Venecia, dispuesto para el caso con papel quíntuplo, destílese hasta desaparecer la esencia y quedará en el fondo un aceite inconsumible que puede arder con un pabilo como el sulfuro antes descrito. Libavio, comentador de Tritenheim, dice sobre el particular: “Estas son las luces eternas de Tritenheim, que si bien no tan fijas como la de nafta, pueden auxiliarse unas con otras de modo que aunque la nafta no tenga tanta duración al arder porque exhala y deflagra, da llama perpetua si se le añade jugo de amianto.
                He visto una lámpara así preparada que, según se nos aseguró, fue encendida el 2 de Mayo de 1871 y aún seguía ardiendo.” Como el experimentador es digno de toda confianza y muy perito en la indagación hermética, no hay motivo alguno para dudar de sus aseveraciones. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 233 extraído de la piedra en sus pruebas es de consistencia acuosa más bien que oleaginosa, incapaz de combustión, al paso que otros aseguran que tan pronto como dicho líquido se exponía al aire libre quedaba tan espeso que difícilmente se liquidaba y al encenderlo otra vez se convertía en humo sin dar llama. En cambio, las lámparas de los antiguos ardían con pura y brillante llama sin la más mínima traza de humo. Kircher indica la posibilidad de extraer y purificar dicho aceite, aunque por lo difícil de la operación cree únicamente que pueden llevarla a cabo los adeptos superiores de la alquimia.
                Luis Vives refuta la opinión de San Agustín en cuanto a los artificios del diablo y demuestra que las operaciones mágicas, por estupendas y prodigiosas que parezcan, son resultado de la industria humana y del profundo estudio de los secretos de la naturaleza. Por otra parte, Podocataro tenía una tela fabricada con otra especie de asbesto que Porcacio dice haber visto en casa de aquél. Plinio llama a esta clase de tela linum vinum, y también lino de la India, diciendo que se fabrica con una especie de lino (asbeston o asbestinum), que una vez tejido puede limpiarse con sólo echarlo en el fuego. Añade este autor que el asbesto es tan valioso como las perlas y los diamantes, porque además de su escasez resulta de muy difícil textura a causa de sus cortas fibras. Una vez aplanado con un martillo se le macera en agua caliente, y luego de secó pueden hilarse y tejerse sus fibras como las del lino. Plinio asegura haber visto muchas telas fabricadas de esta materia y presenciado un experimento en que se las limpió por medio del fuego. También dice Porta que cierta señora cipriota, residente en Venecia, tenía una tela de esta clase y califica de secretum optimum estas manipulaciones alquímicas. En su descripción de las curiosidades del Colegio Gresham, en el siglo XVII, dice el doctor Grew que se perdió el procedimiento textil de las telas de asbesto; pero esto no parece probable por cuando en el Museo Septalio hay hilos, cuerdas, laminillas y otras labores de asbesto correspondientes al año I726, y algunos de dichos objetos los elaboró el mismo Septalio, según afirma Greenhill, quien dice a este propósito: “Parece opinión de Grew que el lapis asbestinus y el amianthus son una misma materia, y la llama piedra filamentosa porque su masa está compuesta de hilos paralelos, de un cuarto de pulgada a pulgada de longitud, tan lustrosos y finos como los del capullo de seda y tan flexibles como los del lino o del cáñamo. El secreto no se ha perdido enteramente, pues todavía se guarda en algunos monasterios budistas de la China y del Tibet. En un convento de religiosas talapinas vimos una túnica amarilla, por el estilo 420 Comentarios a La ciudad de Dios, de San Agustín. 421 Caballero cipriota, autor de Cosas de Chipre, 1566. 422 Libro de los antiguos funerales. 423 Greenhill. – Arte de embalsamar, 361. H. P. Blavatsky Isis Sin Velo Tomo I 234 de las de los monjes budistas, que al cabo de dos horas de estar en un gran brasero la sacaron tan limpia como si la hubiesen lavado con jabón. Después de numerosos ensayos se le han podido dar a esta materia diversas aplicaciones industriales, entre ellas la de telas incombustibles, uno de cuyos principales centros de comercio es Nueva York, que suministra el mineral en haces parecidos a madera seca. La variedad más fina de asbesto es la que los antiguos llaman ámíantoç (inmaculado) a causa de su blanco y sedoso lustre. También hacían los antiguos el pabilo de las lámparas perpetuas con la piedra lapis carystius, muy abundante en la ciudad de Carystos, cuyos habitantes, según dice Mateo Radero, bataneaban é hilaban esta piedra filamentosa para tejer mantos, manteles y otras prendas por el estilo, que se echaban al fuego para limpiarlos cuando estaban sucios, en vez de lavarlos con agua. Pausanias y Plutarco aseguran que de esta piedra se fabricaban los pabilos de las lámparas; pero dice el segundo que en su tiempo ya no se encontraban piedras de asbesto. Liceto opina que las lámparas perpetuas de los antiguos sepulcros carecían por lo general de pabilo, si bien Luis Vives afirma que, por el contrario, vio muchas con él. Por otra parte, Liceto se muestra firmemente convencido de que los pabilos pueden ser de tal naturaleza, que duren muchísimo tiempo y resistan el fuego, de modo que en vez de consumirse queden retenidos como por una cadena. Tomás Brown, al hablar de las lámparas perpetuas, colocadas en angostísimos recintos, dice que deben su virtud a la pureza del aceite sin emanaciones fuliginosas capaces de sofocar la llama, pues si las hubiese alimentado el aire, de seguro se consumiera el comburente.
                A este propósito pregunta dicho autor: “¿se ha perdido el arte de preparar este aceite inconsumible?” No por cierto, y el tiempo lo probará, aunque todo cuanto sobre ello escribimos ahora desapareciera como otras muchas verdades. Dice la ciencia que la observación y el experimento son sus únicos medios de investigación. Concedido. Pero ¿no son bastantes tres mil años de observación de hechos para demostrar las facultades ocultas del hombre? Y en cuanto a la experiencia, ¿qué mejor coyuntura que la deparada por los fenómenos modernos? En 1869, la Sociedad Dialéctica de Londres invitó a varias eminencias científicas a la investigación de los fenómenos. Véase cómo respondieron algunos de ellos: 424 Comentario al Epigrama 77.º del Libro IX de Marcial. 425 Atico. 426 De Defectu oraculorum.

viernes, 5 de mayo de 2017

Trilogía del vagabundo: Knut Hamsun.

                                                                               



La Trilogía del vagabundo, dejando aparte valoraciones biográficas, es un gran ejemplo de aquella literatura que en los países nórdicos se llamó neorromanticismo.
         Hamsun publicó las tres novelas a lo largo de seis años. En la primera, Bajo las estrellas de otoño (1906), el protagonista y narrador Knut Pedersen (el auténtico nombre de Hamsun) vaga de granja en granja buscando trabajo, mientras le martiriza la obsesión con su neurastenia. Pedersen se afana compulsivamente en todo lo que emprende, desde la tala en el bosque hasta el enamoramiento de una propietaria, a la que sigue hasta la ciudad sin ningún resultado. En Un vagabundo toca con sordina(1909), el narrador vuelve a la misma granja seis años más tarde. De nuevo aquí la naturaleza, las labores del campo, el faenar de los criados y las juergas de los señores ocupan buena parte de la narración. Pedersen será testigo de la infidelidad de su enamorada, y de su desgracia final.
          Por fin, en La última alegría (1912) el protagonista es ya un anciano de 70 años que pasa de la soledad total del bosque a la convivencia con las personas reunidas en una pensión-sanatorio de alta montaña. Pedersen observa con humor y una minucia excepcionales todo lo que le rodea y es capaz de hacer retratos perfectos con un solo trazo, pero le domina la melancolía de saberse demasiado viejo para participar en los juegos de la vida. Es su última neurastenia, la que da fin a una novela vanguardista, la del hombre que vaga huyendo de sí mismo y no para de encontrarse.
 
                                                                               

                                                                             

Knut Hamsun (Noruega, 1859-1952) alternó los más variados oficios con una necesidad de escribir que nunca pudo abandonar. La novedosa técnica narrativa de Hambre (1890) dio paso a una serie de novelas -Misterios, Pan o Victoria entre otras-- centradas en el espíritu y la psicología del hombre moderno. Más tarde, Los hijos de la época o Bendición de la tierraabrieron el camino a una búsqueda de temas sociales y culturales más amplios a través de un reencuentro con la naturaleza.
En 1920 fue galardonado con el Premio Nobel. Thomas Mann afirmó que nunca este premio había sido tan merecido. Sus obras han sido adaptadas en numerosas ocasiones al cine.


Este gran escritor se mantuvo libre e independiente de la cultura contaminada de Europa, demostró constantemente su genio individual. Nació en la pobreza y en su niñez se educo en la escuela de la vida él solo, al margen de colegios y centros de enseñanza. Es el único escritor que yo recuerde, que todo lo que ha sido se lo debe a sí mismo, a su genio individual, a su inteligencia e intuición natural y no a la cultura. Pedro

martes, 2 de mayo de 2017

Goethe. Memorias de mi vida. Poesía y verdad.



Johann Wolfgang von Goethe. 

Memorias de mi vida. Poesía y verdad. 

Como el corazón está más próximo a nosotros que el espíritu y nos da que hacer cuando éste sabe muy bien salir del paso, siempre los asuntos del corazón me habían parecido los más importantes. No me cansaba de cavilar sobre lo pasejero de los afectos, la mutabilidad del corazón humano, sobre la sensibilidad moral y sobre todas aquellas cosas altas y hondas cuya combinación en nuestra naturaleza puede considerarse como el enigma de la vida humana. También en esto trataba de libertarme de lo que me atormentaba por una canción, un epigrama, una rima cualquiera, que apenas podrá interesar a nadie más que a mí, por referirse a mis más íntimos sentimientos y a circunstancias muy personales. 

Johann Wolfgang von Goethe. Memorias de mi vida. Poesía y verdad. Tomo II. Colección Universal. Calle Larra 6 Madrid 1922. 

Transcrito directamente hoy mismo del libro a mi teclado.