lunes, 23 de abril de 2018

La literatura fantástica en la actualidad.

John A. Keel, el padre del hombre polilla
Mucha de la contrainformación y teorías conspirativas salen de los talleres de los servicios secretos e institutos de estudios sicológicos para la manipulación de las masas. 
         Tienen un ejercito de brillantes guionistas que trabajan para ellos y que son seguidores de los mejores escritores de la edad de oro de la ciencia ficción y la opereta espacial, los relatos de la nueva visión de scientifiction y la proto ciencia ficción crearon ingeniosas obras cuyo tema central esta basado tanto en lo religioso como lo espiritual, y una gran influencia indirecta en el campo militar, y muchos eran auténticos especialistas en la industria biotecnológica y farmacéutica. 
          La relevancia cultural de este género  tiene su auge en el periodo de los años treinta hasta bien entrado los años sesenta del siglo pasado y sus ingeniosas obras, afectaron tanto a la psique de los jóvenes estadounidenses que se hizo un estudio psiquiátrico que decía que la obra de John A. Keel, -el Hombre Polilla- y las novelas de Cyril Kornbluth, el Cántico de Leibowitz de Miller, Crónicas marcianas de Bradbury, El fin de la infancia de Clarke, A Case of Conscience de Blish y la legión de escritores que surgieron en esa época alteraron la conciencia y la imaginación de millones de jóvenes, muchos de los jóvenes que los leían ayudaban a su fantasía con el consumo de sustancias psicotrópicas y el LSD. Los sanatorios de salud mental se inundaron de obsesos y paranoicos. 
           Todos los discípulos de estos novelistas ahora trabajan para la CIA el instituto Tavistock y Hollywood documentando películas y artículos que inundan las redes con escritos y noticias relámpago, relatos que no da tiempo para la asimilación consciente, (ejemplo contraperiodismo matrix) ¿quién de los seguidores de esta revista recuerda el penúltimo artículo que haya escrito? nadie; porque esa no es la finalidad, se escriben y se publican esos artículos a una velocidad de vértigo, no se escriben para la mente consciente racional y concreta, están dirigidos al subconsciente a través del inconsciente, la mente consciente no asimila nada, porque el desaliento, la desmoralización y la destrucción de la fe es la finalidad y propósito de estas revistas. Una manera muy sofisticada de crear millones de seres sin espíritu fácilmente manipulables. 
           Los artículos y la contrainformación que publican estas revistas no dejan espacio para la reflexión, el seguimiento racional es practicamente imposible al no poder ser verificados debidos a que son vertiginosos. La atención que yo muestro sobre estas redes y foros conspioranóicos me tienen fascisnado, no por lo que en ellas escriben, si no por la cantidad de seguidores que tienen, una manera de tomar el pulso a la salud mental del planeta.

                                                                               

En el siglo XIX, en Londres se puso de moda un personaje por las supuestas apariciones que aterrorizaron por aquellos días a muchos londinenses, le pusieron el nombre de Jack el Saltarín, en la actualidad los amigos de lo fantástico tratan de actualizarlo en el escenario fantástico conspiranóico.