martes, 13 de septiembre de 2022

Sobre los aprendices de brujo y sus malvadas quimeras.



A medida que la tecnología se apodera del mundo, el trabajador promedio no vive, sino que simplemente sobrevive.

Para la mayoría de las personas, un trabajo estable y bien remunerado es lo que marca la diferencia entre una vida aceptable y la pobreza. Hoy, los cambios en la estructura de la fuerza laboral, impulsados por la globalización y la tecnología, hacen que este objetivo sea cada vez más difícil de alcanzar. Ya lo han dicho, no tendrás nada y serás feliz.
La robótica y el equipo computarizado sofisticado han reemplazado con éxito a la mano de obra cualificada. El software ahora está reemplazando a los periodistas al crear noticias electrónicamente escaneando Internet. Incluso los comerciantes en los mercados financieros están siendo reemplazados por algoritmos automatizados
Los cambios en el mercado laboral afectan la naturaleza de la sociedad. En este nuevo mundo, una élite muy pequeña, digamos el 5% de la población, tiene ahorros significativos y controla la mayoría de los recursos. Contratan a otra capa de personas, digamos el 20%, para manejar sus asuntos y también controlar al proletariado vulnerable que constituye el 75% de la población.
El Poder Legislativo, Ejecutivo y judicial serán intocables con el avance de las nuevas tecnologías, sólo se someteran a cambios y forma de vida e incluso con metodos eugenesicos a la masa sofronizada que con las vacunas masivas irán abandonando este mundo en un goteo incesante. Van a robotizar todos los colectivos y formas de vida menos los que legislan, ejecutan y dan forma jurídica al tinglado orweliano y chapucero que han tenido en anteproyecto durante años y ahora pretenden llevar a cabo deprisa y corriendo.
El sistema de correos en las oficinas de Zúrich tiene un solo empleado, en España hay dos millones ochocientos mil funcionarios que en la actualidad con quinientos mil serían suficientes, el medio millón de políticos que tenemos poniendo el cazo se podría reducir a unas decenas de miles centralizando España; y la judicatura podria funcionar a las mil maravillas con un súper ordenador cuántico, jubilando a jueces, fiscales y secretarios sospechosos de corrupción. Los endiosad@s presentadores de televisión sería interesante que fuesen reemplazados por robot de diseño agradable y serio que no ofendan a nuestra inteligencia.
Recuerda, "no tendrás nada y serás feliz", mietras tanto al rebaño nos tendrán controlados en chiqueros y majadas urbanas eliminándonos eugenesicamente y sin piedad, ya no nos necesitan, somos comedores inútiles que estamos destrozando el planeta, esta será la consigna que utilizarán por millones de veces y que muchísimos lo aceptarán como verdad absoluta mostrandose pasivos ante el holocausto

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