martes, 13 de septiembre de 2022

Los viajes astrales trampa y escapismo de la Nueva Era.



En los últimos años se está difundiendo esta práctica morbosa entre la juventud, me recuerda a los años 70 y 80 con la práctica de la guija que inundó los sanatorios mentales de jóvenes infectados por entidades obsesoras y malvadas que les atormentarán toda su vida. Lo que llaman viaje astral es una práctica más peligrosa que la güija, si por un casual se llega a un desprendimiento y contemplar de súbito el verse rodeado de muchas entidades extrañas y seres a medio formar de aspecto intimidante que se abalanzan sobre el recién llegado. Aquellos que difunden esta práctica enfermiza suelen mentir como bellacos para darse importancia y hacerse pasar por personajes con mucha experiencia en este campo ocultista y suelen alegar que para no convertirse en una víctima, es suficiente mostrar firmeza mental y una mirada amenazadora es suficiente para ponerlos en fuga pues estas criaturas no son más que espíritus elementales o elementales; nada más falso que esta simpleza. Estos seres pueden causar un gran daño físico, psicológico y espiritual a estos jóvenes incautos, los elementales están infectados y repletos de larvas que proyectaran sobre el viajero todo tipo de enfermedades psicosomáticas y aparte de ser víctima de una larva puede ser cogido por algo peor como puede ser un espíritu de posesión.

Pero hay muchos mas peligros cuando te adentras en esta práctica peligrosa y uno muy real es la amenaza de un coma cuando el cuerpo se queda sin alma. Una persona puede despedirse de la vida si no tiene suficiente experiencia y no tiene firmeza de mente. El hombre, habiendo pasado por los elementales, se encuentra ascendido a una luminosa corriente de luz, que es la fuerza que equilibra la atracción de los planetas del sistema solar. Una vez en esta corriente, una persona débil puede ser transportada a la zona de peligro. El hecho es que en nuestro planeta al mismo tiempo hay diferentes momentos del día: cuando por un lado es de día, por el otro es de noche y los peligros que acechan al viajero astral también son los conos de luz, cuya parte superior es el Sol. El otro lado del planeta está cubierto por la noche o un cono de oscuridad y su cima es la Luna. Un flujo de luz oscura puede llevar a una persona débil a un cono de oscuridad, donde la Luna puede tragárselo, y la persona como alma deja de existir. El cuerpo que se queda sin alma, según todas las características, estará en estado de coma, o una persona se comportará como una planta si una criatura exterior se mueve dentro del cuerpo.
Hermanos olvidaros de estas prácticas y rezad todos los días las tradicionales oraciones cristianas y no habrá entidad maligna que atraviese la coraza de la que os revierte la oración.

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